Para ti, jugadora y jugador de baloncesto que te levantas con motivos y argumentos para mejorar el mundo con una pelota de baloncesto y 3 amigas del barrio.
Y es que hace unos años hiciste una apuesta contigo mismo que empezaba por U. Mirabas al techo de tu habitación mientras destilabas gotas de creatividad y sudor veraniego desde tu cama. Te salía la sonrisa de saber que te estabas metiendo en un callejón sin salida. Se te había metido en la cabeza realizar un viaje con forma de U, en vehículo, siguiendo olores, talentos y cualidades afroeuropeas; uniendo pueblos, ciudades y continentes; y una pelota de baloncesto con aire suficiente para el camino. Necesitaste imaginar historias reales; también algunas inverosímiles, aunque todas con posibilidad de llegar a vivirlas en primera persona. Elegiste cambiar tu código moral, tus acciones y dejar de mentirte. Abriste y lanzaste el melón de la condescendencia contigo mismo y salió seis.
Pestañeaste y estabas en el Río Congo, saliendo de una prisión cercana a Kinshasa, aplaudido por los gendarmes que durante la mañana te habían robado en tu cara linternas, cables y confiscado la cámara por tener matrícula europea. En la misma ciudad, horas más tarde, salías del estadio nacional ovacionado por atletas que también tenían un vehículo; en este caso jugaban a baloncesto y se desplazaban en silla de ruedas con la fuerza espartana del que se siente entero.
Superaste la apuesta, y como de un código binario de ceros y unos se tratara, levantaste una cadena humana que, si en teoría sus miembros no se conocían, acabaron por abrazarse en la ciudad Utopía...
...porque la verdad siempre fue amante de la paz.
Marzo 2022, 100 días para el sorteo de tu vida...